Las centrales renovables dispararon su aportación al consumo eléctrico, ganando terreno a tecnologías como la hidroeléctrica, la actual apuesta de la administración.
El consumo de energía solar y eólica se disparó durante el año pasado, en un 2019 marcado por el conflicto que abrió la administración de Andrés Manuel López Obrador con las empresas por los cambios en los certificados de energías limpias . El avance de las centrales renovables, junto a la caída del precios del gas natural, han apoyado que el precio en el sistema eléctrico nacional tocara su punto más bajo desde que se tiene registros.
Estas tecnologías destacaron frente a las centrales hidroeléctricas y carboeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad, que sufrieron fuertes descensos, según un análisis de los datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) al cierre de 2019.
Los datos del Cenace, el gestor del sistema eléctrico nacional, muestran que el consumo de energía solar fotovoltaica incrementó su despacho eléctrico en 287% anual entre 2019 y 2018, según cifras del gestor, en un análisis realizado por la organización Ombudsman Energía México. Este alza implicó que esta renovable contribuyera con el 3% de la energía que se consumió en el sistema eléctrico nacional el año pasado, frente al 1% que alcanzó en 2018.
La instalación de nuevos parques solares derivado de las subastas de largo plazo que se llevaron durante el sexenio pasado potenció el avance de esta tecnología que, a noviembre de 2019, contaba con 63 centrales en operación, según datos de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex).
La energía eólica tuvo un avance del 34% anual en 2019, la segunda que más incrementó su uso, mientras que su participación como porcentaje del total del consumo pasó del 4% al 5%. La plantas con tecnologías de ciclo combinado, impulsadas con gas natural, avanzaron 8% anual, y pasaron de una participación del 52% al 54%, según cifras de Ombusman Energía.
Las cifras del Cenace se refieren al despacho eléctrico, es decir, a la energía que se consumió y pagó durante el año por parte de los participantes del sistema. México consumió 317.46 terawatts (TW) durante 2019 frente a los 310.33 TW, un alza del 2.3%.
El avance de las renovables, y la caída del precio de gas natural en Estados Unidos que tocó niveles por debajo de los dos dólares por primera vez desde 2016, permitieron que el CENACE pagara precios cercanos a los 20 dólares en los primeros días de enero, los más bajos que se tienen registrados, según un análisis de la consultora Antuko.
“El precio marginal ahora está en mínimos históricos. Dimos un salto tecnológico porque inyectamos más energía solar, eólica y de ciclo combinado eficiente que además está muy barato”, dice Alfonso Gutiérrez, gerente regional de Antuko en México.
El despacho de las centrales solares se disparó con más fuerza en los primeros seis meses de 2019 al pasar de los 415.13 MW mensual en enero a los 906 MW en junio. A partir de ese mes decreció el consumo hasta llegar a los 647 MW mensuales en noviembre.
Si bien este comportamiento puede deberse a factores climáticos, también puede explicarse a la manera en que el CENACE decidió o no usar la energía solar a partir de ese momento, dice Paul Alejandro Sánchez, director de Ombusman Energía.
“La caída no se debe a que desinstalaran paneles, esto puede ser que al CENACE le esté costando trabajo integrarlas al sistema”, dice el especialista.
El gestor eléctrico, a cargo de Alfonso Morocos, ha expresado su preocupación por la intermitencia de las energías solar y eólica, al depender de las condiciones climáticas. Esto causa que las centrales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que usan combustibles convencionales como el gas, combustóleo o diésel deban iniciar operación cuando hay una falta de las centrales renovables, elevando los costos de la eléctrica nacional, que sólo puede vender la electricidad de estas plantas cuando hay picos en la demanda en el sistema.
“El gobierno no ve a los mexicanos como consumidores que puedan elegir, sino como contribuyentes cautivos que deben consumir a CFE”, dice el director de Ombudsman Energía.
Los generadores privados temen que estas señales muestren que el CENACE, que debería actuar como un gestor independiente de cualquier participante, esté dando preferencia a las centrales de CFE para que vendan más electricidad aunque existan operando plantas que ofrecen menores costos, apunta Sánchez.
“Todos estamos preocupados que pudiera haber una manipulación del mercado. Nuestra posición es que hay que recordar primero que CENACE tiene menos personal del que tenía antes, y tiene herramientas menos potentes porque quitaron algunos software que tenían pare hacer la gestión”, dice Gutiérrez.
Los analistas consideran que incluso con algunos cambios a la manera en que funciona el CENACE, los consumidores de electricidad ven cada vez más beneficios en apostar por la generación solar y eólica, por lo que consideran que incluso sin licitaciones del gobierno, su impulso va a continuar.
La administración, que canceló las subastas de largo plazo que incentivaron a la solar y eólica en el sexenio pasado, ha dicho que apoyará el mantenimiento de las centrales hidroeléctricas de CFE para impulsar las renovables.
El consumo de la energía hidroeléctrica cayó 27% anual en 2019, mientras que su participación pasó del 10% al 7% del despacho nacional. La energía de las carboeléctricas descendió 21% anual, y pasó de aporta el 9% al 7% de la electricidad consumida el año pasado.